Lumina Skin

No se trata de alcanzar la perfección
Se trata de sentirte bien contigo misma

También creía que el botox era la solución para verme mejor

Conocía los efectos secundarios que tenían los tratamientos con inyectables y rellenos. Así y todo, caí en sus redes. Me apliqué botox durante 3 años. Creía que era lo único que “funcionaba de verdad”. Me costaba creer que los tratamientos naturales tuvieran resultados notorios. 

Tal vez estaba un poco obsesionada con lograr la perfección. No lo sé.

Lo que sí sé, es que minimicé los efectos adversos de estos tratamientos y me arrepentí de haberlo hecho. Apenas comenzó la pandemia, ya no pude ir al consultorio a aplicarme botox. En cuestión de semanas, ya no me reconocía en el espejo, ya que el botox había debilitado mi músculo frontal y los que están a su alrededor. ¡Ahí es donde comencé a verme el rostro con asimetría, ya que los músculos estuvieron dormidos por tres años!

Empecé a entender por qué quienes me rodeaban me decían “Ceci, te ves distinta”, en lugar de decirme “Ceci, estás radiante”. Es que no lo veía, pero estaba lejos de verme radiante. Tenía la cara hinchada, las facciones me habían cambiado. Esa no era yo.

Ese día dejé de creer en estos tratamientos invasivos. Intenté volver al estudio después de la pandemia, pero ya no podía referir ni aconsejar ese tipo de servicio a mis clientas.

Esta es mi historia. La historia que me motivó a cambiar el rumbo de mi negocio. Mi nueva misión, como esteticista, es que mi experiencia inspire a muchas mujeres a apostar por rituales de belleza naturales.

Porque no se trata de alcanzar la perfección, sino de sentirte bien contigo misma.

El botox: mi peor pesadilla y mi mayor fuente de inspiración

Necesitaba encontrar una solución al daño que el Botox me había hecho en la cara. Además, quería cambiar el núcleo de mi negocio. Quería encontrar un método efectivo, sin efectos adversos.

En medio de la búsqueda, me encontré con el yoga facial. Como esteticista, decidí combinar experiencia y conocimiento, así como productos de limpieza e hidratación con ejercicios de yoga facial.

En otras palabras, hoy puedo ofrecer la visión de la medicina de la belleza con técnicas holísticas como el yoga facial, el masaje linfático con las manos y el Gua Sha facial y el tapping para activar las emociones.

Encontré el combo perfecto para ayudar a mis clientes, sin tratamientos invasivos.

¿Yoga facial? Al principio me reí. Ahora lo recomiendo, lo practico y lo amo

2020

2022

Cuando trabajaba en el estudio, en la industria médica, escuchaba sobre el yoga facial y sentía que era una mentira. Me costaba mucho creer que eso funcionara.

Sin embargo, al darme cuenta de lo que me estaba generando el botox, no tuve más opción que buscar alternativas más naturales. Me tragué mis palabras, y empecé a investigar

Decidí buscar el camino correcto tanto para mí como para mis clientas. Así fue como empecé a educarme en la materia. Estudié GuaSha profesional y para ser profesora de yoga facial. Además, descubrí lo poderosas que son estas técnicas combinadas con la medicina tradicional China (aplicando mapa facial).

Uniendo mis conocimientos y mi experiencia, me di cuenta de que mis alumnas pueden lograr los resultados que desean si se enfocan en aprender el programa que diseñé. Un programa que te invita a conectar tanto con tus músculos faciales, como con tu respiración. Trabajamos por dentro y por fuera. Todo esto en 10 minutos diarios solo para vos (¡para nadie más!)..

No tardé demasiado tiempo en comprobar que funcionaba y los resultados eran increíbles. Así logré recuperar la elasticidad y luminosidad de mi piel, y la simetría de mi rostro. Además, con resultados duraderos y sin ningún producto ni método que genera dependencia. SOLO tus manos.

Mi felicidad era doble: estaba volviendo a ser yo, la misma Ceci de años atrás que se reconocía frente al espejo y, además, había encontrado un método natural para ofrecer a mis clientas.

Lo que más me gusta de las rutinas de belleza natural, es que te obligan a reservarte un ratito al día para vos. Es un mimo diario que no lo cambiaría por nada.

Es un estilo de vida que hace bien al cuerpo y a la mente, en solo 10 minutos diarios.

Esta nueva Ceci, se compromete a…

  • Usar solamente productos con ingredientes activos sanos y herramientas de belleza natural (como las guashas y ventosas faciales) para cuidar tu piel y tu mente.
  • Aconsejarte solo con tratamientos y productos que sean los correctos para tu tipo de piel y los resultados que deseas lograr.
  • Enseñarte rutinas de belleza natural que puedas hacer con tus propias manos y desde la comodidad de tu casa, o la que desees.
  • Ayudarte a recuperar tu confianza mejorando tu piel, y la simetría de tu cara y cuello.
  • Recordarte que no se trata de alcanzar la perfección, sino de sentirte bien contigo misma.